El Dojo

El dōjō es un espacio cerrado o al aire libre de forma rectangular o cuadrada, influenciado por el sintoísmo japonés, donde cada área posee un nombre y una función determinada. En él, los practicantes deben mantener cierta disciplina y mostrar siempre cortesía y respeto. Es un sitio tranquilo, limpio y seguro, en el cual podemos (y debemos) sentirnos cómodos y entrenar hasta quedar exhaustos. Espiritualmente, el dōjō es el lugar (JO) destinado a conseguir alcanzar la vía (DO) o iluminación.
Las partes del dōjō son las siguientes:
  • Shomen (正面): es el frente del dōjō, la pared opuesta a la entrada. En la tradición japonesa, suele apuntar al norte.
  • Kamiza o Shinza (上座): es el asiento de los instructores al frente del dōjō.
  • Kamidana (神棚): es el altar sintoísta o budista, presente al frente del dōjō. En él se da la bienvenida a los espíritus de los ancestros o "kami"; contiene símbolos tradicionales y/o las imágenes de los maestros fundadores del arte marcial a desarrollar.
  • Tokonoma (床の間): en el dōjō, se refiere al espacio físico donde se encuentra el kamidana.
  • Shimoza (下座): es el lado opuesto al kamiza, donde los estudiantes se sientan por orden de graduación según el grado por cinturones (kyu - Dan) y/o antiguedad, en filas .
  • Joseki: es el lado derecho del dōjō, donde se sientan los estudiantes de mayor grado o experiencia.
  • Shimoseki: es el lado izquierdo del dōjō, donde se sientan los estudiantes que aún no poseen suficiente experiencia o grado en el arte marcial a desarrollar.
En las paredes laterales "Joseki" "Shimoseki" suele colocarse algún cuadro o fotografía de los maestros que el Dojo sigue, o algún Kanji que hace referencia a alguna de las explicaciones o mensajes del Fundador del Aikido, Morihei Ueshiba.
La decoración debe de ser sencilla en su interior, predomina la madera y los materiales que llamaríamos naturales. El suelo será de colchonetas que amortiguan la practica, sobre todo por las caídas, puede ser de diversos materiales, aunque no debe ser ni excesivamente duro, ni excesivamente blando, lo justo para no lesionar al aikidoka.
Debido a la relación del guerrero medieval japonés o samurái con la filosofía de vida del budismo zen, muchos dōjō antiguos y contemporaneos aún se destinan a la práctica de las diferentes artes marciales del Japón como Kenjutsu, Ninjutsu, Jujutsu, Karate-Do, Judo, Aikidō, Kendō, Iaidō; más conocidas como budō. Incluyendo no solo la parte física de la practica sino además la preparacion mental, incluida en la meditación sentada o "Zazen", y el condicionamiento voluntario bajo un código de conducta o Dojo Kun.
En muchos estilos clasicos y tradicionales, al comienzo y al final de cada sesión de entrenamiento, los estudiantes hacen una limpieza ritual del dōjō, llamada sōji. Además de sus obvias ventajas higiénicas, la limpieza regular enseña disciplina y refuerza el mensaje zen respecto a la responsabilidad de todos, de mantener el lugar donde se sigue el camino o dōjō, en perfectas condiciones, siendo no solo la responsabilidad de los instructores o del maestro.